martes, 22 de mayo de 2007

Ansiedad

Él

Acaba de salir del trabajo y no tengo ganas de nada en estos momentos. No estoy bien en casa, el trabajo empieza a hastiarme, tengo prisa por que termine esta semana y tomar la decisión para marcharme lejos de mi familia. No sé a dónde, ni cómo ni con quién. He aguantado mucho tiempo.
Encima no sé cómo voy a salir de ese agujero en el que me he vueltoa vivir. Enpiezo a no tener la ilusión por muchas cosas. Me quiere animar, pero no sé cómo lo va a conseguir. Veo tus fotos conmigo y empiezo a sentirme una miserable, cobarde, arrepentido incluso. Me duele mucho después de que anoche le diera una oportunidad y al poco tiempo discutiera por cosas a las que no doy importancia.
No soy feliz ahora mismo. Y tú sábes cómo lo soy. Porque me has visto, y no es tan difícil darse cuenta de que me falta el valor de hacer muchas cosas por no hacerle daño a las personas. Tienes razón, soy demasiado bueno. Ahora no sé cómo evaluar las consecuencias. Tengo ansiedad. Te escribo desde la calle. Con la inminente necesidad de gritarte que estoy harto de muchas cosas. Grito.

No hay comentarios: