jueves, 17 de mayo de 2007

El sábado

Ella

Acabo de subir de comer, hoy toca un día duro, como tantos y tantos días de la semana. Aún no he comentado en el trabajoque quiero pillarme el sábado y espero que me lo den, sino me voy a consumir. Menudos días...
Tengo muchas ganas de relajarme en la playa, de que me prepares esos cócteles que dices, de abrazarme a ti como una raspa para dormir sin preocupaciones, desnudos, y disfrutándonos lenta o rápidamente. Tienes ganas, te lo noto. Pero sabes que también me gusta dejarnos unos días libres. Para reforzarme y darme al cien por cien. Porque estoy muy cansada de todo el día, aunque también te tengo unas ganas locas. Tenlo claro. Esta noche tal vez; podemos ir primero al cine, si acabamos pronto (cosa que decimos siempre) y luego irnos juntos, a nuestro hotel, o a donde nos dejen. Aunque me den el sábado libre, esta noche también te tengo ganas. Como todas las noches aunque tú no estés en mi cama.
Y al margen de esto, también sigo disfrutando como una enana con nuestros momentos... me río, hablamos, nos tranquilizamos. Estoy bien, y sólo espero que tú también lo estés. Ojalá me den este sábado... lo pasaríamos de lujo, pequeñajo.

No hay comentarios: