jueves, 26 de abril de 2007

Lo saben en casa

Él

Si no lo contaba a mi madre, reviento. Acabé por hablar de nuestra historia esta mañana. Llegar a las tantas de la madrugada a casa era de esperar que fuera suficiente motivo para levantar muchas sospechas:

- "Estarás haciendo algo malo. ¿Quieres que se lo cuente?"

- "Pues no. Solo te pido que cuando ella venga a casa no cuentes nada"

Con esa discusión acalorada me he marchado pensando en qué pasaría si lo hiciera. Luego entré en sensatez y decidí contárle nuestra historia. Sabía que se escandalizaría.Mi madre solo me ha pedido que tome una decisión. Quizás ande presionado, angustiado como si tuviera una bomba de relojería pegada al cuerpo. Puede estallar en cualquier momento, pero no sé cuando. Y eso es muy duro.
Es una incertidumbre que me entristece porque me doy cuenta que no es fácil dar el paso con o sin tí. O pidiendo tiempo para los dos, hasta que te encuentro frente a mí y se me quitan los pensamientos.
Luego vuelvo a mi realidad. A esa en la que tengo que fingir. Poco a poco lo saben mis amigos. Se sorprenden, me piden prudencia y tacto, mucho tacto. No quiero hacerle daño a ninguna de los dos.
Estoy es viviendo una etapa feliz, pero también complicada. ¿Quién me tiene que decir lo que va a pasar? Después de lo que nos ha pasado, puede suceder cualquier cosa.
Tenemos una doble vida. Contigo. Con ella. ¿Sin las dos? Imposible. Estoy preparado.
No me importa quedarme solo. No tengo miedo.

No hay comentarios: